viernes, 30 de diciembre de 2011

Rev. Luis Meza Bocanegra - Nuevos retos se plantean para la Obra en el 2012 (audio)


Un nuevo año le espera a la Obra de Dios y más retos se plantean para el crecimiento del Movimiento Misionero Mundial. Al respecto, el supervisor nacional de nuestra organización, reverendo Luis Meza Bocanegra, refirió que muchas pruebas se han superado en el 2011, alcanzando grandes victorias.

Asimismo, envió un caluroso saludo a los pastores distribuidos en el Perú y a los miembros de todas las iglesias. “El 2012 esperamos que nuestras congregaciones crezcan y que más vidas lleguen a los pies de Cristo”, afirmó.

movimiento misionero mundial - especial

La voluntad de Dios es mayor que los designios y los caprichos humanos final

El Infierno - Rev. Eugenio Masias

El puritanismo y la democracia moderna


El peso del puritanismo fue decisivo en el proceso constitucional de Estados Unidos, la primera democracia moderna como, efectivamente, fue reconocido por los contemporáneos del proceso.
El estadista inglés sir James Stephen, señaló que el calvinismo político se resumía en cuatro puntos: 1. La voluntad popular era una fuente legítima de poder de los gobernantes;  2. Ese poder podía ser delegado en representantes mediante un sistema electivo;  3. En el sistema eclesial clérigos y laicos debían disfrutar de una autoridad igual aunque coordinada y  4.  Entre la iglesia y el estado no debía existir ni alianza ni mutua dependencia. Sin duda, se trataba de principios que, actualmente, son de reconocimiento prácticamente general en occidente pero que en el siglo XVI distaban mucho de ser aceptables.

Durante el siglo XVII, los puritanos ingleses optaron fundamentalmente por dos vías. No pocos decidieron emigrar a Holanda -donde los calvinistas habían establecido un peculiar sistema de libertades que proporcionaba refugio a judíos y seguidores de diversas fes- o incluso a las colonias de América del Norte. De hecho, los famosos y citados Padres peregrinos del barco Mayflower no eran sino un grupo de puritanos. Por el contrario, los que permanecieron en Inglaterra formaron el núcleo esencial del partido parlamentario -en ocasiones hasta republicano- que fue a la guerra contra Carlos I, lo derrotó y, a través de diversos avatares, resultó esencial para la consolidación de un sistema representativo en Inglaterra.

La llegada de los puritanos a lo que después sería Estados Unidos fue un acontecimiento de enorme importancia.  Puritanos fueron entre otros John Endicott, primer gobernador de Massachusetts; John Winthrop, el segundo gobernador de la citada colonia; Thomas Hooker, fundador de Connecticut; John Davenport, fundador de New Haven; y Roger Williams, fundador de Rhode Island. Incluso un cuáquero como William Penn, fundador de Pennsylvania y de la ciudad de Filadelfia, tuvo influencia puritana ya que se había educado con maestros de esta corriente teológica. Desde luego, la influencia educativa fue esencial ya que no en vano Harvard -como posteriormente Yale y Princeton- fue fundada en 1636 por los puritanos.

Naturalmente, así lo vieron los contemporáneos. De hecho, el panorama resultaba tan obvio que en Inglaterra se denominó a la guerra de independencia de Estados Unidos “la rebelión presbiteriana” y el propio rey Jorge III afirmó: “atribuyo toda la culpa de estos extraordinarios acontecimientos a los presbiterianos”. Por lo que se refiere al primer ministro inglés Horace Walpole, resumió los sucesos ante el parlamento afirmando que “la prima América se ha ido con un pretendiente presbiteriano”. No se equivocaban y, por citar un ejemplo significativo, cuando el general británico Cornwallis fue obligado a retirarse para, posteriormente, capitular en Yorktown, todos los coroneles del ejército americano salvo uno eran presbíteros de iglesias presbiterianas. Algo más de la mitad de los oficiales y soldados también pertenecían a esta corriente religiosa.

El influjo de los puritanos resultó especialmente decisivo en la redacción de la Constitución de Estados Unidos. Ciertamente, los cuatro principios del calvinismo político arriba señalados fueron esenciales a la hora de darle forma, pero a ellos se unió otro absolutamente esencial que, por sí solo, sirve para explicar el desarrollo tan diferente seguido por la democracia en el mundo anglosajón y en el resto de occidente. La Biblia enseña que el género humano es una especie profundamente afectada moralmente como consecuencia de la caída de Adán. Por supuesto, los seres humanos pueden hacer buenos actos y realizar acciones que muestran que, aunque empañadas, llevan en sí la imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, la tendencia al mal es innegable y hay que guardarse de ella cuidadosamente. Por ello, el poder político debe dividirse para evitar que se concentre en unas manos y debe ser controlado. Esta visión pesimista -¿o simplemente realista?- de la naturaleza humana ya había llevado en el siglo XVI a los puritanos a concebir una forma de gobierno eclesial que, a diferencia del episcopalismo católico o anglicano, dividía el poder eclesial en varias instancias que se frenaban y contrapesaban entre sí evitando la corrupción.

Esa misma línea fue la seguida a finales del siglo XVIII para redactar la constitución americana.  De hecho, el primer texto independentista norteamericano no fue, como generalmente se piensa, la declaración de independencia redactada por Thomas Jefferson. Fue la Declaración de Mecklenburg, un texto suscrito por presbiterianos de origen escocés e irlandés, en Carolina del Norte el 20 de mayo de 1775.

La Declaración de Mecklenburg contenía todos los puntos que un año después desarrollaría Jefferson desde la soberanía nacional a la lucha contra la tiranía, pasando por el carácter electivo del poder político y la división de poderes. Por añadidura, fue aprobada por una asamblea de veintisiete diputados -todos ellos puritanos- de los que un tercio eran presbíteros de la iglesia presbiteriana incluyendo a su presidente y secretario.

El carácter puritano de la Constitución iba a tener una trascendencia innegable. Mientras que el optimismo antropológico de Rousseau derivaba en el terror de 1792 y, al fin y a la postre, en la dictadura napoleónica o el no menos optimismo socialista propugnaba un paraíso cuya antesala era la dictadura del proletariado, los puritanos habían trasladado desde sus iglesias a la totalidad de la nación un sistema de gobierno que podía basarse en conceptos desagradables para la autoestima humana pero que, traducidos a la práctica, resultaron de una eficacia y solidez incomparables.

Si a este aspecto sumamos, además, la práctica de algunas cualidades como el trabajo, el impulso empresarial, el énfasis en la educación o la fe en un destino futuro que se concibe como totalmente en manos de un Dios soberano, justo y bueno contaremos con muchas de las claves para explicar no sólo la evolución histórica de Estados Unidos sino también sus diferencias con los demás países del continente.

Por supuesto, los ciudadanos de las repúblicas situadas al sur del río Grande pueden seguir culpando a los Estados Unidos de todos sus males, pero semejante actitud resulta semejante a la del niño que no ha estudiado y arroja la responsabilidad de su holgazanería sobre el profesor que, supuestamente, le tiene manía.

Los padres fundadores de EEUU
Fue  George Washington, protestante convencido que dispuso que en su losa funeraria se reprodujera Juan 11, 25-6, el que afirmó que “la verdadera religión proporciona al gobierno su más seguro apoyo”. De manera comprensible, también prohibió la blasfemia en las filas del ejército americano; dedicó tiempo a la oración y se manifestó una y otra vez como un creyente que asistía regularmente a la iglesia.

Su caso no fue el único. Samuel Adams, uno de los principales provocadores del movimiento de independencia con sus The Rights of Colonists as Subjects (1772) no sólo vio con claridad que el poder tenía que estar dividido y separado a causa de la Caída sino que además indicó que los derechos de los americanos “pueden ser mejor entendidos leyendo y estudiando cuidadosamente las instituciones del Gran Legislador y la Cabeza de la Iglesia cristiana, que se encuentran claramente escritas y promulgadas en el Nuevo Testamento”.

Patrick Henry  afirmó categóricamente: “los hombres malos no pueden ser buenos ciudadanos. Es imposible que una nación de infieles o idólatras sea una nación de hombres libres” El mismo Thomas Jefferson insistió en señalar que su guía era Cristo aunque, subrayando al mismo tiempo, que no podía aceptar todo lo que decían los clérigos.

No puede extrañar que desde septiembre de 1774, el congreso abriera todas sus reuniones con oración y así se mantuviera hasta el final de su trabajo ni tampoco que la Declaración de independencia de los Estados Unidos mencionara a Dios cuatro veces para señalarle como fuente de los derechos de los ciudadanos y para solicitar su ayuda para mantener la rectitud de intenciones. Tampoco llama la atención que una de las primeras preocupaciones del congreso fuera que se imprimieran Biblias para los ciudadanos de la nueva nación, ni puede sorprender que James Madison, principal redactor del Bill of Rights introdujera el 31 de octubre de 1785 en la legislatura de Virginia una ley “para designar días de ayuno público y acción de gracias” y que la práctica haya permanecido hasta el día de hoy.

En las naciones protestantes donde surgió la democracia contemporánea, se consolidó, con sus limitaciones y matices, a diferencia de lo que sucedía en otras partes del mundo. De entrada, la visión de la democracia como división de poderes nunca encajó del todo en las naciones de tradición católica pervirtiendo así un elemento esencial para su existencia. Por añadidura, en no pocas ocasiones, la lucha por las libertades acabó reduciéndose a un enfrentamiento feroz entre un deseo de la iglesia católica de mantener privilegios frente al empuje de la masonería que la veía como a una rival peligrosa, pero que tampoco aspiraba a la democracia sino a un gobierno en la sombra con ropajes democráticos.

El resultado de ese trasfondo fue lo mismo el Terror de la Revolución francesa que desembocó en la dictadura de Napoleón que el proceso independentista de Hispanoamérica dirigido por una Logia masónica a la que pertenecieron Bolívar o San Martín entre otros y en cuyas constituciones se indicaba taxativamente que no habría democracia tras la desaparición del poder colonial español sino un gobierno en la sombra sostenido, entre otras circunstancias, por un control de los medios de comunicación.

Ciertamente, la iglesia católica se sumó tras la Segunda Guerra Mundial a la causa de la democracia en no pocos países pero el efecto de su visión durante siglos persiste en naciones que han sido incapaces de crear democracias consolidadas y que, por añadidura, al retroceder el sentimiento religioso se volvieron y se vuelven hacia modelos socialistas simplemente porque el socialismo es, en no escasa medida, una reproducción -sin Dios, eso sí- del esquema psicológico de la iglesia católica.

Precisamente por ello, no es casualidad que los países de la Unión Europea sean naciones católicas (con la excepción de la ortodoxa Grecia) o que las democracias del sur de Europa o las situadas al sur del río Grande resulten de tan escasa calidad. En ellas, el concepto de división de poderes ha quedado desdibujado; los políticos no responden ante sus electores sino ante la jerarquía de sus partidos igual que los párrocos respondían no ante los fieles sino ante sus obispos; la ley no es respetada porque se cree en una legitimidad superior, algo que tiene también sus antecedentes canónicos y, por añadidura, existe una clara preferencia por visiones políticas cerradas, sectarias y reductibles.

Por supuesto, resulta obvio que se puede buscar la culpa de los destinos aciagos de naciones como España o México o Argentina a razones exteriores, pero no cabe engañarse: el pecado está en nosotros mismos y en nuestros pueblos y mientras no se produzca un reconocimiento de culpa, una petición de perdón y un cambio de rumbo siempre fracasaremos por más que, efímeramente, pueda parecer que salimos de ciertas desgracias seculares. A fin de cuentas, no son las instituciones las que forman a las naciones sino los pueblos los que dan forma a su futuro.

No puede sorprender que partiendo de esa cosmovisión, haya millones de personas que siempre han sentido un aborrecimiento visceral por los Estados Unidos. A fin de cuentas, mientras al sur del río Grande –o de los Pirineos- los caudillos se sucedían defendiendo a la iglesia católica o a las logias masónicas y se dilapidaba el caudal nacional en mecanismos de corrupción indecible. Al norte, los políticos eran responsables ante sus electores; el espíritu liberal impulsaba el desarrollo económico de la nación –una nación que a mediados del s. XIX estaba situada detrás de Argentina o Chile- y no se produjo jamás una dictadura ni siquiera cuando la nación se vio desgarrada por una terrible guerra civil.

Sin Santidad nadie verá al Señor


"Hay muchos  que reclaman cristianismo y piedad pero solo en la Iglesia o en cosas relacionadas con la religión. Pero a espaldas de ellas son tan libertinos, pervertidos y mundanos como el que más. Caín fue tan religioso como Abel (...) No había diferencia en la apariencia, pero sí la había en la actitud..." 
Santidad, palabraque desagrada al diablo, al desconocedor de Dios y a los cristianos ajenos a la realidad de una experiencia salvadora. Santidad- que suena a ridiculez, estrechez y extremismo al cristiano libertino y mundano. Santidad – que es mirada con menosprecio por el hombre que ama más los deleites y placeres que ha Dios. Pero que en el sentido claro y definido de la Biblia se relaciona con Dios, con el Cielo y con lo sublime. Santo, en el sentido de perfección absoluta solo lo es Dios. Santas tienen que ser aquellas cosas, fines y medios que se relacionen con Él. Santo, tiene que ser el hombre que reclame su paternidad. “Sin santidad nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14).

Hay muchos  que reclaman cristianismo y piedad pero solo en la Iglesia o en cosas relacionadas con la religión. Pero a espaldas de ellas son tan libertinos, pervertidos y mundanos como el que más. Caín fue tan religioso como Abel. Él también trajo una ofrenda a Dios. No había diferencia en la apariencia, pero sí la había en la actitud y disposición del corazón.

Ante el ojo humano los dos eran dos buenos religiosos; ante el ojo divino Caín era del maligno, Abel fue el santo que encabezó la gran nube de testigos que forman la lista de héroes de la fe del capítulo 11 de Hebreos. Y dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella” (Hebreos 11:4).

Caín odió a Abel por su santidad, consagración y justicia. Porque la santidad, pureza y limpieza donde quiera que éstas se hallen son un desafío abierto al mal, mostrando que la gracia y la misericordia de Dios es suficiente para hacernos vencedores sobre el pecado. Y este desafío despierta el odio y venganza de aquellos que dominados por el mal no saben lo que es vivir vidas santas y victoriosas en Dios. Juan en su primera epístola escribe: “No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece” (1 Juan 3:12-13).

He ahí la razón de por qué muchos sienten pánico a la santidad. Porque significa romper sin componendas, sin alianzas, sin treguas con el diablo, el mundo y la carne. Porque significa crucificar nuestro yo, hasta reducirlo a un segundo plano y colocar a Cristo sobre un trono alto y sublime en el templo de nuestro corazón y proclamarle: “Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos, toda mi vida está llena de tu gloria”, porque implica vivir sobre las circunstancias, ambiente y gente que nos rodea. Porque requiere profundidad de convicciones, creencia arraigada, valor puesto a prueba, renunciamiento completo: y eso, hermanos míos, solo se consigue cuando el creyente tiene una experiencia real, personal y definida de un Cristo Salvador y Santificador. Cuando es un indagador sincero de la Biblia y un devoto de la oración. Jamás habrá santidad donde no hay devoción para la Biblia y la oración. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca” (Mateo 7:24).

El cristiano santo vence el mal con el bien, las tinieblas con la luz. El cristiano mediocre, porque no tiene convicciones ni experiencia propia, se compromete, se mezcla, se corrompe. Jamás tiene valor para decir un NO rotundo a la tentación. Obedece como un autómata a los deseos de la carne yendo a parar con los muchos que siguen la senda ancha y espacios de la perdición. Luego tratan de encubrir sus deslices carnales con la filosofía diabólica y barata de: “pero hágase todo decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40). Cuando Pablo escribió esto, se refería al uso que gobierna los dones del Espíritu Santo, y no a tomar unos traguitos de licor; fumar unos cigarrillos, maquillarse con más o menos moderación, acudir al cine de vez en cuando, guardar rencores en el corazón. NO. Pero el diablo odia y aborrece la santidad e inspira ese mismo odio a los hombres y aun en los cristianos. Por qué crucificaron a Cristo, cuando aún el mismo Pilato confesó: “Yo no hallo delito en este hombre”. Cuando el pueblo testificaba: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!”

¿Por qué sin piedad flagelaron su carne de pureza filial con el látigo, coronaron sus augustas sienes con espinas, taladraron sus virtuosas manos con los clavos, desgarraron sus bienhechores pies con el madero, y abrieron su amoroso pecho con una impía lanza? ¿Por qué cometió el hombre tan terrible villanía? Por la misma razón que Caín mató a Abel, que Herodías pidió la cabeza del Bautista; que apedrearon a Esteban; que apuñalaron a Santiago; que crucificaron a Pedro; que Nerón cercenó la cabeza de San Pablo y que la Roma imperial arrojó los cristianos a las fieras y a la hoguera.

Por la misma razón que una iglesia con pretensiones de única y escogida por Dios, pero libertina e impía en el Concilio de Constanza prendió fuego a Juan Huss atado a un poste en la plaza pública. Por la misma razón alquilaron a matones mercenarios para que asesinaran a Lutero a mansalva la noche antes de presentarse a la Dieta de Worms. Por la misma razón que Juan Bunyan languideció en una hedionda y corrupta prisión, privado del amor de los suyos, especialmente de su hijita ciega donde añoró con ansias abrazarla, pero impedido por los barrotes de aquella inmunda celda; y por la misma razón que Tyndale titiritando desde un calabozo de Inglaterra escribió suplicando a un inhumano comisario en un crudo invierno: “Si vuestra señoría me permitiese tener de mis pertenencias que vos retenéis, una polainas, una camisa de lana y un gorro para calentar mi cabeza”.

¿Por qué el que se dispone a servir en santidad de cuerpo, alma y espíritu padece sin razón aparente? Porque “la luz vino al mundo, y los hombre amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz para que sus obras no sean reprendidas” (Juan 3:19-20).

Pero a despecho de todo eso hay un llamamiento de Dios al cristiano a la separación. “Así que, hermanos os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios” (Romanos 12:1). “Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (2 Corintios 6:17-18).

Si hermano, el llamamiento más grande que Dios ha hecho es a ser Santos: No es lo que se ostente o se aparente ser. Es lo que se viva y se practique.

“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoque el nombre de Cristo” (2 Timoteo 2:19).

Instrumento escogido


“Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo”, Hechos 9:17.
El propioSaulo de Tarso que pensaba entrar a Damasco, como el gran e invencible campeón contra los cristianos, tuvo que entrar ciego tomado de la mano, a buscar ayuda espiritual de un hombre de Dios, a Ananías, precisamente a quien iba a perseguir.

Amados, pero a la vez que el verdadero hombre de Dios, es el hombre más necesario y útil en la comunidad, es también el más sufrido, si alguien va a hacer un instrumento en las manos de Dios, el tal tiene que ser preparado en las manos de Dios de la manera que Dios cree necesario, como el alfarero que le da la forma como quiere al barro, o como las manos de Cristo partiendo el pan para alimentar a la multitud.

O como al propio Pablo que habiendo sido privado en Jerusalén e instruido a los pies de Gamaliel, circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley fariseo, en el judaísmo aventajaba a muchos de sus contemporáneos en su nación, siendo mucho más que otros en las tradiciones de sus padres, pero el Señor lo llevó a un retiro de varios años en Arabia para moldearlo y prepararlo, de manera que pudiera decir: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”(Filipenses 3:7-8). De modo que Pablo entendió que sus títulos y credenciales no era lo que realmente necesitaba para la labor que el Señor le había encomendado y cuando reconoció esto, fue entonces que recibió las grandes revelaciones y ministerios de la iglesia.

El Señor le dijo a Ananías refiriéndose a Saulo: “Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre”, y el apóstol en plena labor escribió: “Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, más no desesperados; perseguidos, más no desamparados; derribados, pero no destruidos… en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, más he aquí vivimos; como castigados, más no muertos; como entristecidos, más siempre gozosos; como pobres, más enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo… en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias”(2 Corintios 4:8-9; 6:4-10; 11:23-28).

Desde temprano los enemigos del apóstol, le acusaban de ser voluble, carnal, que se enseñoreaba, que era duro e insensible, que no perdonaba, que falsificaba la Palabra, que no daba cartas de recomendación, que era incompetente, mediocre, que adulteraba la Palabra, que se predicaba asimismo, que se desalentaba, que se enseñoreaba, que estaba loco, que no tenía ministerio, que era un tropezadero, que agraviaba, que era un dictador, que solicitaba ofrendas, que era muy exigente, que andaba según la carne, que amedrentaba a los hermanos, que era corto en la palabra, que despojaba a las iglesias, que era una carga, que no se preocupaba de los hermanos, que no era apóstol, que era engañador, que era débil. El apóstol resume todo lo que él había pasado por el nombre de Cristo en una sola frase: “yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús”(Gálatas 6:17).

Amados, esta es la medida de que Dios puede usar una vida, la medida del padecimiento por el nombre del Señor y de la Obra de Dios. En el año 1978 el Señor me habló y me dijo: “que los años más fructíferos de mi ministerio estaban por delante”, a los dos meses me habló sobre lo mismo, me reafirmó lo mismo y añadió: “que el precio sería más y mayores padecimientos”. Y así fue, después de esas palabras del Señor, comenzamos a sufrir como nunca antes habíamos sufrido por el nombre y la Obra del Señor, pero a la vez jamás el Señor se había glorificado tanto, pues la Obra había crecido y desarrollado tanto.

Dios mantiene a sus verdaderos hombres alternando entre la tormenta y la bonanza, entre la mirra y la miel, entre el desprecio y el reconocimiento. Al apóstol Pablo le fue dado un aguijón en su carne, un mensajero de Satanás que le abofeteara para que no se enalteciera sobremanera (2 Corintios 121:7-9). Esto Dios lo permite para que su instrumento no olvide que tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de los hombres, por esto puede que el hombre de Dios ascienda hoy a las alturas del monte de la transfiguración, y mañana puede que esté en el valle de la aflicción.

El verdadero hombre de Dios puede hoy levantar su voz y su predicación y mañana puede estar tembloroso, siendo acusado como falso apóstol. Hoy puede estar jubiloso por el éxito, mañana puede estar frustrado por la adversidad. Hoy todos le buscan, mañana todos lo dejan. El verdadero hombre de Dios está siempre en el yunque en el cual Dios lo está formando conforme la voluntad divina y a la necesidad y condición del pueblo, aunque otros quieran hacer lo que quieran, el verdadero hombre de Dios no puede. Pablo dijo: “todo me es lícito, pero no todo conviene”(1 Corintios 10:23), otros podrán buscar sus propios intereses, el verdadero hombre de Dios no; otros podrán tratar de perseguir sus propias metas, el verdadero hombre de Dios no; otros podrán vanagloriarse, el verdadero hombre de Dios no lo hará; otros podrán darse mucha promoción y publicidad, el verdadero instrumento de Dios no lo hará; otros podrán ser reconocidos y homenajeados, pero a los instrumentos escogidos de Dios, Dios prefiere mantenerlos en el fragor de la batalla y otras veces bajo la sombra del Omnipotente.

Veamos al patriarca Abraham que después del gran conflicto en el monte Moriah en la ocasión del sacrificio de su amado hijo Isaac, por su obediencia, Dios le confirmó el pacto con relación a su descendencia y lo llamó amigo. Veamos al gran Moisés, abriendo y cerrando el Mar Rojo, y también veamos en su angustia enterrando el rostro en tierra ante la insolente rebelión de Coré y de su séquito. Veamos al poderoso profeta Elías, después de hacer bajar fuego del cielo en el monte Carmelo, lo vemos después en gran aflicción huyendo como una hoja azotada por el viento, escondido en una cueva y deseando la muerte. En toda la historia de la Iglesia no ha habido otro hombre de Dios que haya interpretado mejor a Cristo y su Evangelio, que haya recibido la revelación del misterio de la Iglesia y que haya influenciado más en la vida espiritual de la Iglesia en toda su historia como el apóstol Pablo, pero aún no ha habido otro hombre de Dios que haya padecido más por el nombre de Cristo que el apóstol Pablo.

Quién quiera el ungido manto de Elías, juntamente da, las amargas aflicciones del logro, las angustias de la huida por el odio de Jezabel, el escondite en la cueva de Horeb, la apatía y la indiferencia del pueblo. Quien quiera el éxito del ministerio de Pablo, acepte los padecimientos del ministerio de Pablo, quien quiera la gracia y la visión de Pablo, acepte el aguijón que abofeteaba a Pablo, quien quiera la posición de Pablo en la Iglesia, acepte las agonías y martirios de Pablo en el trabajo de la Iglesia.

Y desde luego tenemos el ejemplo cumbre de nuestro Señor Jesucristo, que en un solo capítulo de la Biblia, que tiene solo doce versículos, Isaías 53, que registra 39 clases de padecimientos de nuestro Señor, y que luego el Espíritu Santo usando al apóstol Pablo resume como sigue: “Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios , no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”(Filipenses 2:5-11).

Dios mantiene a sus verdaderos hombres alternando entre la tormenta y la bonanza, entre la mirra y la miel, entre el desprecio y el reconocimiento. Al apóstol Pablo le fue dado un aguijón en su carne, un mensajero de Satanás que le abofeteara para que no se enalteciera sobremanera.

Rev. Luis M. Ortiz

Convención de damas en Puerto Rico


La Obra celebró la Décima Octava Convención de Damas con el lema: “Edificando con Compromiso”. La reunión se realizó en el Centro Evangelístico Metropolitano  “La Finca”, en Trujillo Alto.
Las damasdel Movimiento Misionero Mundial en Puerto Rico, junto a su Líder Nacional Hna. Gretchen Lugo, celebraron la Décima Octava Convención de Damas. celebrado en el Centro Evangelístico Metropolitano “La Finca”, en Trujillo Alto.
Esta actividad se inició con el lema: “Edificando con Compromiso”. El texto bíblico usado en esta ocasión fue extraído del libro de Isaías 61:4, leemos: “Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones”.

La actividad estuvo respaldada por el Rev. Margaro Figueroa, Oficial Internacional; Rev. Rubén Concepción, Oficial Internacional; Rev. Luis Ayala, Supervisor Nacional de Puerto Rico; la Junta Nacional de Puerto Rico y las Damas de este país.

En ese primer día las líderes de Damas de Puerto Rico desfilaron cada una con un ladrillo representando todas las áreas en las que se debe edificar: perseverancia, principios, doctrina, pudor, testimonio, batalla, laboriosidad, santidad, etc. Manifestándose la presencia del Señor de una manera gloriosa.

En la exposición de la Palabra de Dios se encargó la Hna. Rosa Vilorio, Oficial Nacional de la Obra en República Dominicana. El Espíritu Santo de Dios comenzó a tratar con los corazones de todos los presentes y la Palabra poderosa marcó muchas vidas, exhortándolas a subir al monte y a restaurar los altares arruinados para luego edificar.

En el segundo día otra gran victoria, especialmente recibiendo la enseñanza de la Palabra de los labios de la Hna. Ana Flores de Moyeno, con el tema: “Nosotras también edificamos”. Luego en la tarde el mensaje de la Palabra fue expuesta por la Hna. Elizabeth Severino, exhortando a tener ánimo y disposición para alcanzar las metas y pelear las batallas.

En la noche continuó la bendición y la nube de Jehová cubrió el lugar de reunión siendo impactadas las damas y hermanos presentes. Esa jornada la concurrencia fue impactada con la lección objetiva: “Levantémonos y Edifiquemos”, presidida por la Hna. Migdalia González, junto a los hermanos de la Iglesia de Mamey (Guaynabo) de la zona 1; exhortando a la Iglesia a despertar y hacer el trabajo que Dios está demandando y buscar las almas que se pierden.

El último y gran día de la fiesta Dios habló de sus promesas para con su pueblo. Día en el cual las damas acudieron al llamado de estar dispuestas a reedificar las ruinas antiguas en su familia y en la Obra del Señor, ensanchando el sitio de su tienda, reforzando las estacas, para luego edificar el compromiso para con Dios.

Convención Nacional en Brasil

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Delegaciones de hermanos y vidas nuevas se congregaron en el Auditorio de la Prefectura Municipal de Manaos para celebrar la presencia de la Obra en territorio brasileño.
Bajo el lema:“Compromiso con Dios por encima de todo”, se celebró del 17 al 19 de junio la Undécima Convención Nacional del Movimiento Misionero Mundial en la República Federativa de Brasil. Esta actividad se llevó a cabo en el Auditorio de la Prefectura Municipal de Manaos, localizado en la avenida Brasil, Barrio Compensa.
Con una asistencia promedio entre 800 a 1000 personas donde la gloria de Dios fue manifestada en cada servicio, durante el día y también en la noche, el local se tornó pequeño. La Palabra de Dios corrió con libertad y muchas almas fueron tocadas por el poder del Señor en cada predicación.

Fue agradable la visita del Rev. Rodolfo González Cruz, Oficial Internacional, y su esposa la Hna. Rita Vázquez quienes por primera vez visitaron este país. También estuvo presente el Rev. Gerardo Martínez Garavito, recién nombrado Supervisor Misionero de Sudamérica. Estos dos hombres de Dios fueron los encargados de la exposición de la poderosa Palabra de Dios en todos estos días.

Edificante Reunión de Obreros
El segundo día de actividad se realizó una edificante reunión de obreros con una asistencia de cerca de 80 obreros del Señor. Hubo palabras de Dios, a través del Rev. Rodolfo González Cruz que fue de inspiración y edificación para todos los presentes. Simultáneamente se realizaba la actividad de la convención, con el pueblo de Dios, en el Auditorio de la Prefectura Municipal de Manaos.

Promoción de Obreros
Durante este evento ingresaron oficialmente al ministerio 25 nuevos obreros, los cuales ya se encontraban trabajando en favor de muchas vidas. También fueron nombrados dos nuevos Presbíteros: el Ps. Luis Carlos Ribeiro Viegas, para atender el presbiterio de la ciudad de Sao Paulo y municipios; y el Ps. Dilmer Mondragón para atender el presbiterio del Alto Solimões en el estado del Amazonas.

La presencia del señor
La Convención Nacional realizada en la ciudad de Manaos, estuvo llena de la gloria y de la presencia del Señor. Desde el primer día hasta el final muchos hermanos fueron fortalecidos, vidas salvadas, enfermos curados y muchos bautizados con el Espíritu Santo. La Obra en Brasil ha quedado profundamente agradecida al Señor por todo lo que hizo durante estos tres días. Esta actividad contó con el apoyo de los todos los pastores y hermanos del país que trabajaron juntos con su Supervisor Nacional, Rev. Henry Ramos Escobar, haciendo posible la realización del magno evento. ¡A Dios sea dada toda la gloria, honra y reconocimiento!

LA OBRA EN MANAOS
Han sido 13 años en la que la Obra del Movimiento Misionero Mundial ha trabajado arduamente en Manaos sirviendo a la comunidad y difundiendo la Palabra de Dios.

La ciudad de Manaos está ubicada al norte del Brasil y es capital del estado de Amazonas, fue fundada por portugueses en el año 1669 y actualmente tiene una población estimada de casi 2 millones de habitantes. Constituye el centro económico y cultural de la Región Norte del Brasil.

El 80% de la población es conocedora del Evangelio, pero sólo el 40% sirven verdaderamente y con sinceridad a Dios.

La Evangelización se hace a través de campañas evangelísticas, confraternidades y marchas multitudinarias por los sitios más importantes del lugar.
En esta actividad el impacto ha sido trascendental porque muchas personas y pastores de otros ministerios asistieron a la convención, a través de la invitación hecha a toda la población con volantes, afiches, perífono, entre otros.

El Ladrón convertido


Dwight Moody fue un evangelista, además de fundar la Iglesia Moody, la escuela Northfield y escuela Mount Hermon en Massachusetts, el Instituto Bíblico Moody y la Moody Press.

Moody cuenta el caso de un ladrón llamado Burke, quién leyó en la cárcel un sermón en el diario de la ciudad, cuyo titulo era: “El carcelero atrapado”. El título le sugestionó pensando que sería una interesante historia carcelera.

Era, naturalmente, la del capítulo 16 de los hechos de los Apóstoles. La pregunta del desesperado guardián de presos le interesó y más la respuesta del apóstol. El mensaje de la salvación llegó a su alma y fue convertido.

Años más tarde Moody visitó a esta “nueva criatura en Cristo”, viéndole rodeado de joyas y valores, pues era nada menos que el guardián de la caja fuerte de un banco.

¿Por qué no encomendó Dios la predicación a los ángeles?


"Los ángeles no tienen conocimiento intuitivo acerca de la redención". A los ángeles se les ha hecho ministradores (servidores) de los creyentes…
¿POR QUÉ NO ENCOMENDÓ DIOS LA TAREA DE LA PREDICACIÓN A LOS ÁNGELES QUE SON MÁS FIELES Y CAPACITADOS?

Ciertamente la Biblia nos da cierta claridad sobre esto. El Apóstol Pedro nos dice que lo que nosotros vivimos son cosas las cuales desean mirar los ángeles.

“Escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A estos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.”1 Pedro 1:11-13.

"Los ángeles no tienen conocimiento intuitivo acerca de la redención". A los ángeles se les ha hecho ministradores (servidores) de los creyentes…

“Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace á sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego. Mas del hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.”Hebreos 1:6-8.

“Pues, ¿á cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate á mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”, Hebreos 1:13, 14.

Algunas otras razones:
  • Fue el hombre quien desobedeció a Dios.
  • El hombre fue quien cayó en pecado.
  • Fue el hombre quien se ensució en la maldad.
  • Fue el hombre quien se alejó de Dios.
  • Fue el hombre quien propagó la maldad a los demás hombres.
Por lo tanto, Dios utiliza al mismo hombre como instrumento para propagar la salvación de otros humanos. Se les ha encargado a los hombres el Ministerio de la Reconciliación:

“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo; y nos dio el ministerio de la reconciliación.”2 Corintios 5:18.

Porque es una bendición ser participantes de la obra reconciliadora de Dios al traer a otros hombres al conocimiento de la verdad…

“¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”, Romanos 10:15.

Porque ese fue el plan de Dios…

“Y a su debido tiempo manifestó su Palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador.”Tito 1:3. 

Testimonio: Una mujer llamada milagro



Desahuciada por la ciencia, Raquel Barreda Valdivia de Meza venció al cáncer y la muerte amparada en la Palabra de Dios. Su encuentro con el Señor no solo salvó su cuerpo, sino también su alma. Desde hace 25 años es la testificación que para el Todopoderoso nada es imposible.
De perfil bajo, piel blanca, cabellos canos y sonrisa amplia, ella no tiene temor de traspasar la línea del anonimato para testimoniar a favor de la gloria del Todopoderoso y servir como prueba viviente de la autoridad y poderío de Jesucristo.

Vive en las afueras de la ciudad de Arequipa, ubicada a 2,200 m.s.n.m., al pie del volcán Misti y a 1,030 kilómetros de la urbe de Lima, la capital del Perú. Desde allí puede demostrar que el Señor siempre provee el camino a la salvación a todo aquel que cree en su gracia y poder.

A Raquel Barreda un minúsculo granito, en su párpado izquierdo, le cambió la vida en el año 1966 mientras estudiaba educación en la Universidad Nacional San Agustín. En realidad, aquel barrito fue el punto de partida de un largo padecimiento de 18 años que la colocó en la antesala de la defunción debido al desarrollo de un tumor maligno que se expandió en gran parte de su rostro. Ella, quien era pagana, vanidosa y adoraba diversas imágenes sin resultado alguno, se remonta a ese tiempo y expresa que: “nunca me imaginé que una simple espinilla me iba a poner al borde de la muerte. Sin embargo, yo estaba fuera de los caminos de Dios y desconocía la verdad del Evangelio. Vivía en el pecado”.

Treinta y cinco años después, la hermana Barreda, acompañada por su esposo, el pastor Clemente Meza Quiroz, tampoco deja de repasar todos los sufrimientos que debió atravesar obligada por las circunstancias. Cómodamente instalada en el patio de su domicilio, junto a Duque, Linda y Junior, tres bellos perros afganos, recorre esos pasajes inusuales de su existencia y manifiesta que: “todo fue que me rasqué el barrito y allí empezó mi calvario. Primero se puso rojo y luego se formó una llaga. Allí fue que empecé a usar lentes grandes y oscuros de forma permanente para cubrir la herida que se había formado y así, con ese problema encima, fue como me conoció mi marido. Desafortunadamente, jamás tuve la dicha de llevar una vida normal por culpa de esta situación”.

Sin embargo, y más allá del problema cutáneo, Raquel también fue protagonista de un matrimonio plagado de disgustos, producidos entre otras razones por su carácter explosivo, que la tuvieron siempre al borde de la separación. Fue en esas circunstancias que en 1984, después de 11 años de unión conyugal, con 3 hijos a cuestas y tras transitar los caminos mundanales, su salud tocó fondo y fue traslada de urgencia a Lima, desde Arequipa, una de las ciudades peruanas con mayor índice de radiación ultravioleta. En su opinión, aquello fue: “brutal. Acababa de tener a mi última hija y en mi ciudad me detectaron un cáncer de piel maligno y agresivo. Junto a mi hermano Sabino Barreda, que es médico, viajamos a la capital de inmediato”.

Internada en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), más cerca de la muerte que la vida, la mujer de esta historia, nacida el 29 de noviembre de 1948, recuerda que dentro de las instalaciones conoció la palabra del Creador de boca del Pastor Rodolfo González y “encontró la luz en medio de las tinieblas”. Según Raquel, el acontecimiento se produjo “un día antes de la operación a la que iba a ser sometida”, cuando llegó al nosocomio una sobrina suya, que conocía el Evangelio. Ella estaba acompañada del Rev. Rodolfo González.

Entonces le habló de Dios y de los pecados que había cometido y de la obligación de pedirle perdón al Altísimo para salvar su vida. Su arrepentimiento no tardó en aparecer y llegaría en el momento preciso.

Salvada por Dios en el último aliento de su vida, con una conversión real y la promesa de servir a Jesús por el resto de sus días, Raquel Barreda terminó a las semanas saliendo de alta del INEN. En vísperas de la navidad de 1984 buscó concretar su entrega al Omnipotente tras haber recuperado la salud ante la sorpresa de la ciencia misma.

Primero acudió a la Iglesia del Movimiento Misionero Mundial en el distrito limeño de La Victoria y posteriormente, una vez de retorno a Arequipa, se unió a la sede de la congregación. Después en 1986, y ya con su matrimonio y salud plenamente restablecidos gracias a la magnificencia de Dios, se bautizó junto a su esposo y consagró su vida al Evangelio.

Raquel ni se lo imaginaba, ni se lo planteaba, pero su fe inmensa, robustecida por la de su cónyuge, permitió que en 1989 tomara la conducción del templo del M.M.M. en la zona de Ciudad de Dios, en el cono norte de Arequipa. Ahora, 11 años después, menciona que la misión encomendada fue “determinante para mi familia y para mí. Hemos sido testigos de excepción del poder de Dios. A través de la prédica del Evangelio pudimos apreciar, a lo largo de todos estos años, cómo la gente del lugar ha transformado sus vidas. Son muchos los hogares que ahora tienen a Cristo como su salvador y eso es una inmensa alegría para todos en casa”.

No hace falta ser erudito ni saber de doctrina cristiana para darse cuenta que en la vida de la hermana Raquel Barreda Valdivia de Meza, en la actualidad sin rastro del temible cáncer, se sintetiza un suceso inexplicable, extraordinario y maravilloso únicamente ligado al Señor. Una inmensidad de agradecimiento, tres hijos cercanos a Dios (Luis, Juan y Raquel), los dos últimos creyentes en el Evangelio, fidelidad al Creador y un par de existencias consagradas a la evangelización, dan fe de que solo Jesucristo es capaz de lograr lo imposible. Sobre esa convicción, la hermana Raquel construye el epílogo de este testimonio: “Estoy muy agradecida con el Señor por haberme salvado la vida, perdonado mis pecados, restaurado la unión de mi familia y permitirme trabajar en su Obra. Todo aquel que crea en Él será salvado y redimido. Yo doy fe de eso”.

¿QUÉ ES EL CÁNCER A LA PIEL?
El cáncer de piel es una enfermedad producida por el desarrollo de células cancerosas en cualquiera de las capas de la piel. Existen dos clases: el tipo no melanoma y el melanoma. El no melanoma es el más frecuente y se denomina así porque se forma a partir de otras células de la piel que no son las que acumulan el pigmento. Dentro de esta variedad se encuentran todos los cánceres de piel menos el melanoma maligno que es poco habitual y más mortal. El cáncer de piel se reporta en las personas de tez blanca, expuestas a los rayos solares, especialmente durante la infancia. Aunque puede producirse en cualquier parte de la piel, es más usual que se presente en las zonas de la cara, cuello, manos y brazos. Este cáncer resulta el más recurrente y se calcula que se diagnostican anualmente dos millones de casos nuevos en el mundo.

RAYOS PELIGROSOS
Arequipa, la segunda ciudad más poblada del Perú, registró niveles muy altos de radiación ultravioleta, producida por los rayos solares, a lo largo de los tres primeros meses del año, según datos oficiales proporcionados por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). La ciudad presentó valores de índice UV que oscilaron entre 12 y 15, escala considerada de riesgo para la salud de las personas. Senamhi y el gobierno regional local se esmeraron en concientizar a la población en el uso de protectores solares además de sombreros, gorros, sombrillas y lentes de sol, cuyos cristales absorban la radiación.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Rev. Rodolfo Gonzalez Cruz - Mi conviviente no quiere casarce conmigo

¿Porqué Dios no me sana? -Bethel- Rodolfo Gonzalez Cruz

La Casa Blanca decide mantener la Comisión para la Libertad Religiosa Internacional


La Comisión Estadounidense para la Libertad Religiosa Internacional (United States Commission on International Religious Freedom, USCIRF) ha estado pendiendo de un hilo durante los últimos dos meses, mientras la Casa Blanca debatía sobre autorizar o no su permanencia. 

Finalmente, el pasado viernes 16 de diciembre Washington decidió que la Comisión continuará vigilando la persecución religiosa y ayudando a que se propague el evangelio de forma segura.
 
 El Congreso creó la Comisión sobre Libertad Religiosa Internacional en 1998. La misma opera con un presupuesto de 4 millones de dólares y se formó para dar seguimiento de los problemas de los derechos religiosos de todo el mundo y asesorar al Departamento de Estado. 
 
Diferentes instituciones cristianas y organizaciones que trabajan con el tema de libertad religiosa aplaudieron la decisión de la Casa Blanca.
 
 LIBERTAD RELIGIOSA Y POLÍTICA EXTERIOR
 Días antes del vencimiento del plazo para que el Congreso tomara una decisión, CBN News le preguntó al presidente de la comisión, Leonard Leo, cuáles serían las consecuencias si la comisión no fuera reautorizada por los legisladores.
 
“La comisión ha sido un organismo de control muy importante en relación con el Departamento de Estado para asegurar que se siguen haciendo de la libertad de religión un elemento importante en nuestra política exterior y nuestras negociaciones bilaterales con los gobiernos extranjeros”, dijo Leo.
 
“Sin USCIRF, me temo que la libertad de religión no tendrá el mismo tipo de atención. Y creo que si se cierra será una señal terrible para los derechos humanos y el abuso de países de todo el mundo, pensarán que no nos importa tanto sobre la libertad de religión como antes “, explicó.
 
Leo dijo también que esperaba que ciudadanos presionaran a la Casa Blanca y a los congresistas para que la comisión fuera autorizada lo antes posible.

Hombre que mató a 20.000 personas se convierte a Cristo (Video)


Su nombre es Joshua Milton Blahyi, una vez fue llamado uno de los señores más temido en la guerra de Liberia. Él confesó haber matado a unas 20 mil personas durante 14 años de guerra civil en dicho país.
Pero ahora Joshua Milton Blahyi, se declara una nueva persona, es un cristiano evangélico y dice que está arrepentido de sus pecados y ha confesado a Jesús como su Salvador, así que se ha dedicado a evangelizar su nación y pide perdón a aquellos que les hizo daño.
Blahyi, fue seleccionado por The Economist y PBS NewsHour, para que contara su historia en un documental titulado: “La redención del general Butt Naked” (The Redemption of General Butt Naked).
El film, es escalofriante por la impresión que deja de cómo fue la vida de Joshua Milton Blahyi y también cómo renunció a su pasado violento, una historia que ha sorprendido a miles de personas porque fue un señor de la guerra brutal de África.
¿Podría esta persona existir realmente?
Los cineastas Eric Strauss y Anastasion Daniele, pasaron cinco años con Blahyi, siguiendo de cerca su problemática vida, mientras buscaba el perdón de sus ex soldados y sus numerosas víctimas.
Strauss, se interesó en Blahyi, después de haber leído sobre él en un libro llamado los lugares más peligrosos del mundo.
 “Fue sólo un pequeño relato sobre un caudillo famoso, que había matado a miles y ahora andaba caminando por las calles predicando la verdad y la reconciliación”, dijo Strauss a Los Ángeles Times. “Me preguntaba, ¿Podría esta persona existir realmente? ¿Fue esta transformación extremadamente posible?”, dice Straus. Anastasion añade: “¿Y cómo se escucharía en el mundo real?”.
Ofreciendo una visión de sus preguntas a través de su documental, los realizadores crearon The Redemption of General Butt Naked, destacando la fe y el perdón.
 “Solo el cristianismo puede ayudar a esta nación, porque el cristianismo, es la única creencia, la única fe que te dice que debes amar a tus enemigos, a aceptarlos y perdonar a quien te hace daño”, declaró Blahyi, en un extracto de la película, de acuerdo con PBS.
 “Todos los que ves aquí sentados eran rebeldes conocidos. Lo único que es capaz de desarmar es el amor, el amor fue el que me desarmó. Sólo Dios es capaz de cambiarte la vida”.
Antes de su conversión, Blahyi, fue un miembro de la tribu Sarpo en Liberia, fue asesor espiritual del fallecido presidente de Liberia, el sargento Samuel K. Doe.
A los 11 años, fue iniciado como un sacerdote tribal y participó en su primer sacrificio humano, que practicó mensualmente hasta los 25 años. Más tarde fue nombrado como sumo sacerdote del pueblo Krahn y consejero espiritual de Doe, Blahyi dijo que en su vida pasada, se reunió con regularidad con Satanás con el cual habló varias veces.
Fue apodado: “General Butt Naked” (Butt, el General Desnudo), porque cada vez que entraba en combate lo hacía con zapatos y un arma, creyendo que su desnudez lo hacía invencible a las balas.
El general afirma haber matado muchos niños que ofreció a Satanás, a los cuales les sacó la sangre, el corazón, el cual se lo comía antes de una batalla. No es de extrañar porqué todos en todo el país, todavía le temen, a pesar de su conversión.
Jesús se le apareció como a Pablo
En 1996, Blahyi, tuvo un encuentro dramático con Jesús, durante una de las peleas más brutales en la historia de la guerra de Liberia, un encuentro que muchos consideran similar a la conversión del apóstol Pablo en el camino a Damasco.
Jesús, se le apareció como una luz cegadora y le dijo que moriría a menos que se arrepintiera de sus pecados, informó el Daily Mail.
Blahyi, aceptó a Cristo y pidió perdón por sus pecados, rápidamente puso sus armas, dejó atrás a sus soldados y se fue a un campamento de refugiados en Ghana, donde comenzó su proceso de conversión. Y ahora aboga por la paz y la no violencia.
 “Lo siento. Lo siento”, dice Blahyi, aunque muchos creyeron en su arrepentimiento y su transformación, otros creen que está mintiendo. A pesar de las dudas, el ex caudillo sigue demostrando su entrega predicando el Evangelio a todas las personas que encuentra.
En la actualidad es presidente y fundador de End Time Train Evangelistic Ministries en Ghana, fundado en 1999, y que está vigente en lugares remotos de África, entre ellos Togo, la República de Benin, Nigeria , Chile , República de Guinea, y Liberia, su tierra natal.
La película saldrá al aire el 22 de enero del 2012 en el Documentary Channel. En una entrevista que ofreció Blahyi en el 2010, al periódico Daily Mail dijo: “Creo firmemente que la Biblia dice que Dios me ha perdonado”, explica. Blahyi, quien está dispuesto a ser juzgado y ahorcado por sus crímenes de guerra en La Haya, si es esa la manera para solucionar el dolor que provocó a tantas personas.

             

¿Pudo Sansón destruir un templo entero?

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Dos templos filisteos han sido descubiertos por arqueólogos. Uno en Tel Qasile, en el norte de Tel Aviv, y uno en Tel Migne, el antiguo Ekron, 33.6 Km. al sur de Tel Aviv. Ambos templos comparten un diseño único, el tejado estaba sostenido por dos pilares centrales.
¿Han descubierto los arqueólogos alguna información que se relacionara a este hecho?
Un gran cambio que hubo en la guerra de Israel contra los filisteos fue la muerte de Sansón. Él había sido tomado cautivo a través de la decepción de Dalila. Los filisteos sacaron sus ojos y lo llevaron a Gaza, una de sus principales ciudades. Allí, ellos lo pusieron a trabajar moliendo grano en una prisión. Nosotros sabemos por los hallazgos arqueológicos que este tipo de prisión era en realidad una “molienda”. Uno de los trabajos que más tiempo consumía en la antigüedad era el moler grano. En la clase media, este trabajo era tomado por las mujeres de la casa. La aristocracia burocrática, sin embargo, preparó casas de molienda para proveer de grano a la gente privilegiada de nivel alto. Este era un lugar donde esclavos y prisioneros eran puestos a trabajar. Las herramientas eran simplemente piedras utilizadas con la mano. Sansón pasó sus días sentado en la tierra moliendo grano con un moledor manual que era frotado de un lado en un mortero que ponía en su falda.
Un día los líderes filisteos sostuvieron una ceremonia religiosa para celebrar su victoria sobre su enemigo. Ellos trajeron a Sansón al templo donde estaban congregados, para que él pudiera entretenerlos. Una vez dentro del templo, Sansón le preguntó al sirviente, quien estaba guiándolo, que le muestre dónde estaban los pilares, para que se pudiese apoyar en ellos. “Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida” (Jueces 16: 29-30).
En un súbito momento, Sansón eliminó a todos los líderes filisteos. Este fue un gran retroceso en el conflicto con Israel. Fue un gran cambio. Desde este tiempo hacia adelante, los israelitas empezaron a ganar. Pero ¿habrá pasado realmente? ¿Podría un solo hombre destrozar un templo entero utilizando sólo sus manos? La arqueología nos ha proporcionado algunas respuestas asombrosas.
Dos templos filisteos han sido descubiertos por arqueólogos. Uno en Tel Qasile, en el norte de Tel Aviv, y uno en Tel Migne, el antiguo Ekron, 33.6 Km. al sur de Tel Aviv. Ambos templos comparten un diseño único, el tejado estaba sostenido por dos pilares centrales. Los pilares fueron hechos de madera y se apoyaban en bases de piedra. Si los pilares estaban aproximadamente 1.80 m. aparte, un hombre fuerte podría dislocarlos de su piedra base y así de esta forma dejar caer el tejado entero al suelo. Los hallazgos arqueológicos concuerdan perfectamente con la historia bíblica y atestan a la plausibilidad del hecho.
Aunque Sansón tenía sus debilidades, él era un hombre de Dios y es mencionado en el Nuevo Testamento como uno de aquellos “que por fe conquistaron reinos,... sacaron fuerzas de debilidad” (Hebreos 11: 32-34).

Los Rollos del Mar Muerto

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Descubrimiento de 1947

En la primavera de 1947, un pastorcillo beduino hizo un  que iba a cambiar de raíz la visión que hasta entonces se había tenido de los escritos bíblicos: en la gruta de un acantilado, a las orillas del Mar Muerto, encontró unos rollos que habrían de concitar la atención mundial y a obligar a un examen nuevo de los textos, a la luz de ese insólito material que parecía llegado de un mundo extinguido.
Cuevas de Qumrám cerca del Mar Muerto.
Los Manuscritos del Mar Muerto habían pertenecido a la biblioteca de la secta judía de los Esenios, que vivía en Qumrám (voz árabe que significa 'ruina'), a orillas del Mar Muerto.
La evidencia arqueológica muestra que ésta fue fundada a fines del siglo II antes de Jesucristo, y destruida por los romanos en el año 68 después de Jesucristo. Pero los miembros de la comunidad lograron ocultar sus manuscritos en unas cuevas cercanas, donde se conservaron hasta 1947. Escritores del Primer siglo como Plinio, Josefo y Filón explican que los esenios tenían todos los bienes en común, nunca se acercaban al Templo judío para adorar, no practicaban el sacrificio de animales y eran más estrictos en la observancia del Sábado que todas las demás sectas. El fundador de la comunidad, o la figura clave de su historia, fue el "Maestro de Justicia" mencionado en varios textos no bíblicos, pero a pesar de que existen varias interpretaciones acerca de su identidad, no se sabe a ciencia cierta quien fue.
Según los hallazgos realizados entre 1947 y 1953, la biblioteca de los Esenios contenía cierto número de trabajos apócrifos, obras relacionadas con la secta y copias de todos los libros de la Biblia escrita hasta entonces, excepto del libro de Ester. Estas copias contienen sorprendentemente poquísimas variaciones, lo que demuestra la precisión y la fiabilidad del trabajo de los escribas a través de los tiempos. Entre ellas, se encuentra el Rollo de Isaías, el más extenso y mejor conservado de todos los pergaminos del Mar Muerto. Data de los años 125-100 a.C. Tiene una longitud que rebasa los siete metros, y contiene, en veinticuatro columnas, el texto de Isaías prácticamente entero del que se muestra abajo una porción.

Las lecciones del pasado


¿Cuál es el modelo político para alcanzar el bienestar y el desarrollo de los pueblos? Una mirada a la historia trae una respuesta: las naciones con fundamentos del Cristianismo Bíblico tienen mejores esquemas sociales.

Los demócratas griegostuvieron que hacerlo: Cuando las demes observaron que alguien emergía como un peligro para el poder popular, simplemente se reunían en asambleas de un mínimo de seis mil ciudadanos de la polis, y escribían el nombre del potencial tirano en un trocito de cerámica. De ese modo, el político indeseable quedaba ostracizado por 10 años (“Ostracismo” es un término derivado de Ostrakon, el trozo de cerámica para escribir) exilado a un lugar alejado,  una isla lejos de la polis. Con todo, los griegos y su democracia, la cual data desde el siglo V a.C. nunca dejaron de tener problemas, y serios. Por ejemplo, no dejaron de justificar la esclavitud, con lo cual la democracia quedaba restringida sin lugar a discusión. Además, el ostracizado podía volver después de 10 años a tallar en asuntos políticos, lo que es un lugar común en la política de nuestros tiempos y en la falta de memoria de los pueblos, muy claro en naciones latinoamericanas.

Por más que la democracia griega es capítulo obligado e indispensable en toda currícula en Ciencia Política, el concepto de “lucha por el poder” que desarrollaron desde ese tiempo, ha demostrado ser insuficiente para solucionar problemas sociales.

En el mundo entero hoy, el debate político ocupa un lugar preponderante en la atención de los pueblos, y del mismo modo que con la democracia griega, parece no haber soluciones a ciertos problemas. Desde el hemisferio norte al sur, y de oriente a occidente, encontramos si no similares, preocupantes condiciones de desempleo, acalorados debates acerca de si el Estado debe elevar sus “gastos sociales” y con ello, los impuestos para atender, cual Genio de Aladino, a todas las necesidades de una población que va perdiendo, aún con las medidas más “socializantes” de la historia, poder no sólo adquisitivo sino creativo, capacidad emprendedora, libertad para producir bienes y servicios; si cobrar a los más ricos las “sobreganancias” o si debe de dejar ciertos programas sociales para cobrar menos impuestos y promover así el espíritu empresarial. En lugar de matar a la gallina de los huevos de oro, es decir la empresa inversora,  habría que preguntarse si el hábil gerenciamiento puede ser castigado con semejante concepto, y si no habría que revisar más bien la manera en que una corporación productiva se constituye, incluyendo a todos los que deberían ser accionistas en una iniciativa empresarial, de modo que en lugar de “sobreganancia” se obtengan ganancias en base a la propiedad de la corporación .  Más que un asunto político, es un tema moral, de voluntad de reconocer a quiénes realmente son propietarios de los recursos en una nación  que cuenta con la ignominiosa costumbre de maltratar a sus pueblos nativos. Pero “moral” no es un término aceptable en la política maquiavélica.

Podemos verlo en casi todo el mundo, especialmente en las naciones problema de estos días, por ejemplo Grecia,  Portugal, Irlanda y España en Europa, Estados Unidos en Norteamérica, Argentina en Sudamérica… la lista no escatima continentes. No importa cuánto se diga, y cuán democráticos estos países pretenden ser, igual que los griegos, no hallan justicia y equidad para todos.  Igual que la Roma de la República al Principado, los esquemas políticos y económicos son sometidos a constantes reformas, pero las protestas, las huelgas y el desacuerdo continúan, y ellas son la perfecta caja de incubación del caudillismo, del personalismo político y de las tiranías de Estado. Porque en los países que se autoconfesan más democráticos, tal democracia no es sino una idealización que permite a los grupos de poder manipular a los electores.

La pregunta sería ¿Qué puede permitir a una sociedad salir de ese conflicto entre los tres sectores clave “Estado social-pueblo descontento-grupos de poder financiero y productivo”?   Aquí es necesario recordar una famosa frase: “Los pueblos no aprenden de su historia”.  Porque ella, y la investigación académica de las casi ya dos últimas décadas, nos muestran no sólo qué naciones han tenido mejores resultados de acuerdo al grupo de civilización que conforman, grupos que en casi todos los casos se han conformado históricamente de acuerdo a la religión, sino también, en dónde el ser humano tiene la percepción de estar más satisfecho.  Es fácil ver que las naciones con mejores esquemas sociales, las más representativas en su esquema político, al menos en un período de su historia, pertenecen siempre al mismo racimo de naciones con claros fundamentos del Cristianismo Bíblico. Y ellas ostentan también esquemas de propiedad, ética de trabajo, ahorro familiar claramente superior al de otros racimos civilizacionales. “Last but not least”, mencionado al final pero lo más importante: fueron pueblos con una ética cierta, no promotoras del “pluralismo ideológico” con el que difícilmente una sociedad puede ponerse de acuerdo y marchar a pasos agigantados hacia el progreso.

Una frase más, extraída de un baúl de recuerdos sin dueño: “los pueblos felices no tienen historia”.  La clase política, los educadores en Ciencia Política, deberían mirar a aquellos países con la mejor calidad de vida del mundo, aquellos que prácticamente no tienen corrupción. La Ciencia Política, tanto como la historia de la gerencia, están llenas de conocimiento trasnochado y fracasado, de maquiavelos y de richelieus, de socialismos inoperantes y estatistas, y de imperialismos, y casi nunca en sus ámbitos se menciona la historia de los pueblos protestantes escandinavos, de la Suiza de Calvino, de la Holanda de Kuyper, historias que han quedado sepultadas por la ola del pluralismo y el humanismo que hace de no pocas de esas naciones hoy naciones ya en decadencia.  Indaguemos de los conocimientos de la mayoría de políticos conocidos. Mientras la mención de Macchiavelo, Hobbes o Marx es casi segura, será muy difícil que sepan con certeza cómo Suiza logró tanta equidad y educación inclusiva en siglos pasados, o cómo la Finlandia de hoy obtuvo un índice cero de corrupción. La historia de naciones realmente exitosas –no sólo hegemónicas o poderosas militarmente- es casi desconocida a la “clase política” que por su falta de entendimiento de criterios ciertos no puede realmente gobernar sociedades.

Y ya que al parecer los pueblos felices no tienen historia, hurguemos hasta hallarla. Porque en realidad sí la tienen. Al igual que las raíces profundas de un árbol frondoso, los fundamentos de una sociedad pacífica y próspera están ocultos en historias no contadas, y ello es cierto en especial de muchos pueblos europeos cuya falta de truculencia los hace pasar desapercibidos por los noticieros. En este tiempo de política híbrida, de alianzas partidarias incomprensibles, de jaloneos para dar y quitar funciones al Estado, de discurso socializante para calmar a las poblaciones desempleadas, subempleadas y temerosas del futuro, es necesario mirar a aquellos pueblos en donde casi no se ha escuchado el fragor de batallas dignas de ser incluidas en la historia universal, aquellas en donde cada etnia encontró su valor , en donde la educación para todos, la ética de trabajo y la propiedad generalizada fueron piedras fundamentales.

El Apóstol de los Gentiles

 TAGS:Pablo, el apóstol que extendió el Evangelio por las naciones. Fue un siervo de Dios, un soldado de la Palabra del Señor.
La figura del apóstol Pablose reviste de importancia capital en relación con el llamamiento de la Iglesia; y aun concediendo todo su gran valor a la obra de los demás apóstoles y siervos de Dios en el primer siglo, Pablo descuella por encima de todos –excepción hecha del único– desde el punto de vista de la historia general de la Iglesia. Jesucristo es el único que puso el fundamento, siendo siempre incomparable y preeminente en todo. Pero después de Él, Pablo era el primero como heraldo y adalid para la extensión del Evangelio entre las naciones.
Su comisión como predicador del Evangelio. La actividad apostólica de Pablo se distingue por cinco rasgos externos que notamos a continuación.

Pablo era el mensajero para los gentiles.Esta labor complementaba armoniosamente la de los apóstoles a la circuncisión, ya que Dios le encargó de forma especial que proclamase “entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas deCristo”(Gá. 2:7-10; Hch. 15; Ef. 3:8; Col. 1:25, 27; 1 Ti. 2:7; 2 Ti. 1:11). La declaración de Efesios 3:8 que hemos notado, empieza con las palabras “a mí”, en oposición enfática en el griego, por lo que Pablo subrayó el carácter especial de su comisión.

Pablo era el mensajero pionero. Pablo sintió la vocación de llevar el mensaje de salvación a regiones sin evangelizar, dejando a los nuevos convertidos la tarea de continuar la obra de extender el Evangelio en las regiones que él había abierto a la luz (Ro. 15:20). Consideraba que su labor como misionero consistía en establecer focos de luz –es decir, iglesias locales enseñadas a sentir su responsabilidad en el Evangelio– principalmente en ciudades importantes. Trabajó, pues, en Filipos que era la primera ciudad de aquella parte de Macedonia (Hch. 16:12), como también en Corinto, gran centro comercial de Acaya, en Atenas, el principal centro intelectual de Grecia; en Éfeso, una ciudad principal de la provincia de Asia, y finalmente en Roma, metrópoli del mundo civilizado occidental.
Desde estos centros, la luz del Evangelio debía esparcirse por los distritos circundantes (1 Ts. 1:8), mientras que Pablo seguía adelante, pensando que en tales religiones “no tenía más lugar”para su servicio especial, aun cuando las iglesias se hallaban rodeadas de centenares de miles de paganos inconversos; pues él, según su plan especial, había “llenado todo el Evangelio de Cristo”. Hacer otra cosa sería “edificar sobre fundamento ajeno”(Ro. 15:19, 20, 23). Se calcula que Pablo debía de haber viajado por lo menos 24.000 kilómetros.

Pablo era mensajero para las grandes ciudades.Pablo escogió como centros de sus actividades en el Evangelio los grandes centros de la cultura griega, como evidencian los conocidos nombres de Antioquía, Troas, Filipos, Tesalónica, Atenas, Corinto y Éfeso, esforzándose después de llegar a Roma, la metrópoli del mundo civilizado y gran punto de reunión de las gentes.
Su esfera de trabajó determinó hasta las expresiones y metáforas de sus mensajes, que se sacan de la vida normal de las ciudades. El Señor Jesús predicaba mayormente al aire libre, ante auditorios de campesinos y aldeanos, valiéndose, por lo tanto, de metáforas relacionadas con la vida del campo. En cambio Pablo, quien enseñaba principalmente en las grandes urbes, utilizaba preferentemente ilustraciones propias de su medio.

En términos generales, quería ser hecho “a los judíos como judío”y a los gentiles como gentil, pero además de eso, quiso ser de forma especial hombre de ciudad para ganar a los moradores de los grandes centros de civilización. El Maestro hablaba más frecuentemente de las aves del cielo, de los lirios del campo, de los pastores, de los sembradores y de las siegas; pero es más típico de Pablo discurrir sobre el juez que absuelve al reo de la deuda que se perdona, de la armadura del soldado (Ef. 6:13-17), de las órdenes del comandante (1 Ts. 4:10) y hasta de los acontecimientos deportivos y del teatro (Fil. 3:14). Decide echar mano de todo cuanto pueda servir para aclarar el mensaje del Evangelio ante los hombres de las ciudades y hacer llegar el mensaje a su corazón.

Hallaba la mayoría de sus ilustraciones en el ambiente de los juzgados, los cuarteles y los campos de deporte, de modo que hallamos en sus escritos técnicos (legales, militares y deportivos) destacándose quizá entre todas las metáforas jurídicas y comerciales. Observa el panorama mundial de su día, interesándose en la poesía y la filosofía de las esferas no cristianas que le rodeaban, como también en ciertos detalles de la religión y cultura de los pueblos que visitaba. Así pudo hablar con los atenienses de su altar, y a los corintios de los juegos olímpicos que se celebraban cerca de su ciudad (Hch. 17:16-19; 1 Co. 9:24-27).

En fin, Pablo distaba mucho de ser un mero estudiante libresco, soñador y poco práctico en los asuntos de la vida normal. Tampoco era un teólogo que hablaba de verdades abstractas en lenguaje técnico, incomprensibles para el “hombre en la calle”, ni disfrazaba su mensaje en los melífluos tonos de un sermoneador. Era hombre de su época –ciudadano de una urbe notable, Tarso– que sabía unir la santificación con una mentalidad abierta a los temas de su día, y viviendo a la luz de la eternidad, no perdía de vista el tiempo presente.

Pablo era el mensajero para los puertos de mar.Si prestamos atención a la filosofía y a la posición geográfica de las grandes ciudades que se destacan en los viajes de Pablo, será evidente, como alguien ha dicho, que “tenemos que buscar el medio ambiente del apóstol principalmente allí donde soplan los aires del mar”, o sea, en relación con el movimiento marítimo de los pueblos. Sobre todo su actividad misionera se desarrollaba en el área del mar Egeo con los puertos que lo rodeaban, donde se hallaban Troas, Tesalónica, Atenas, Corinto y Éfeso. También Antioquía y Roma tenían trato con el mar a través de sus puertos, Seleucia y Ostia.

Son obvias las ventajas de concentrar esfuerzos evangelísticos en los puertos de mar, pues tenían un acceso mucho más fácil que las ciudades provinciales del interior. Además –aparte del invierno cuando la navegación era peligrosa– los viajes marítimos eran más rápidos y seguros que los terrestres. Había buenas carreteras, pero se viajaba más despacio por ellas, y Pablo mismo indica que no estaban exentas de peligros: “peligros de ríos, peligros de ladrones”(2 Co. 11:26). El historiador Plinio hace constar que se invertía solamente cuatro días en el viaje desde España a Ostia, puerto de Roma, y dos días desde el norte de África al mismo punto. Tan frecuentes eran ciertos viajes marítimos, que hubo servicio diario de salida desde Alejandría hasta la provincia de Asia.

Pablo y sus compañeros gozaban de una gran ventaja lingüística pues entonces el griego era la lingua franca del intercambio mundial, y naturalmente, se había extendido mucho más en los puertos de mar que no en el interior de los distintos países. El misionero pionero no estaba sujeto, pues, a la necesidad de aprender idiomas, aquel obstáculo que tanto tiempo consume, de modo que el Evangelio podía adelantarse triunfalmente a pasos agigantados.

De igual modo, en la segunda etapa de la obra, después de seguir delante de los apóstoles, el Evangelio podía extenderse más rápidamente desde las iglesias de los puertos de mar que de las otras en el interior. Durante la estancia de comerciantes, visitantes, marineros y otros viajeros en los puertos, se ofrecía la posibilidad que escuchasen y recibiesen el Evangelio. Luego, por cuenta propia, podían ser ellos mismos misioneros que llevasen el mensaje de salvación a muchas nuevas regiones y tierras. Así se extendía notablemente el área de operaciones, relacionándose después los nuevos centros con los ingentes esfuerzos del apóstol, quien se preocupaba por enviar a sus colaboradores del círculo más íntimo a puntos estratégicos o necesitados.

Pablo era mensajero con un plan estratégico.Se ve pues que las actividades de Pablo en el Evangelio se planeaban de la forma más práctica posible, lo que justifica la frase: “la estrategia misionera de Pablo”. Toda la obra es tan sistemática, se subordina de tal forma a la finalidad prevista, los anteproyectos están concebidos con tal acierto para la extensión mayor y más rápida del Evangelio, que no podemos por menos reconocer un plan bien estudiado que determinaba todos los movimientos del apóstol.

Con todo eso no era Pablo quien ideaba el plan, sino el Señor a quien Pablo servía, como se destaca de la visión que recibió en Troas, pues por ella, aparte de todo impulso personal, y sin meditar un plan propio, el apóstol fue llamado a evangelizar las tierras de Macedonia y de Grecia (Hch. 16:8-11). Aquel llamamiento determinó, sobre la base de una clara dirección divina, que el occidente –las razas europeas que descendían de Jafet, y no las orientales– había de ser el escenario principal para el despliegue de las maravillas del Evangelio.

Hay casos en los cuales Pablo había proyectado ciertos viajes pero “el Espíritu no les dejó”, siguiendo Pablo la nueva ruta indicada por iniciativa divina (Hch. 16:6-7). Con toda razón, pues, se habla de la estrategia misionera en la labor de Pablo, pero hemos de recordar que, fundamentalmente, no era la de Pablo sino la de Cristo; no la del embajador, sino la del director; no la del heraldo, sino la del Señor de la empresa toda. Cristo era el Adalid, y Pablo seguía; Cristo dirigía, y Pablo culminaba en la senda señalada; Cristo, cual jefe soberano, daba sus órdenes, y Pablo, cual soldado obediente, obedecía. El mismo tituló “apóstol” indica esto, ya que se deriva de apostello (“yo envío”) (2 Ti. 2:3; 4:2; 2 Co. 6:7; Ef. 6:10-20; Hch. 22:21; 13:4; 1 Co. 1:17; 2 Co. 5:20).

La iglesia primitiva


Los Padres de la Iglesia escribieron sobre aspectos relacionados a la vida de los primeros cristianos. En este artículo reproducimos los tratados sobre Los Espectáculos y La Vanidad que escriben Tertuliano de Cartago y Clemente de Alejandría.

Los espectáculos

Tertuliano (*) refiriéndose al anfiteatro, decía:
“Si son lícitos el salvajismo, la crueldad y la impiedad, podemos ir al anfiteatro. Hay quien ve con horror el cadáver de un hombre fallecido de muerte natural y, sin embargo, verá sin emocionarse siquiera los trozos ensangrentados de los cuerpos de los gladiadores, a quienes con látigos  y varas se ha obligado a cumplir su criminal tarea. Aun tratándose de los que justamente han sido condenados al anfiteatro, ¿no es monstruoso que, al recibir su castigo, se les obligue a convertirse en asesinos? Yo creería insultar al lector cristiano, al insistir sobre la aversión que deben provocar en él estos espectáculos. Tal vez pudiera yo, mejor que otros, a excepción de los que frecuentan tales espectáculos, entrar en detalles de lo que allí ocurre; pero prefiero ser incompleto, que hacer trabajar mi memoria, recordando aquellas escenas”.

Respecto a los espectáculos en general, escribía:
“Todo eso son verdades pompas del diablo, a las cuales debemos renunciar los cristianos. Para los paganos, el primer indicio de que uno ha aceptado la fe cristiana es que huye de tales espectáculos (…) ¿Cómo pudiera un cristiano recordar a su creador, frecuentado los sitios donde no se habla de Él? ¿Cómo podría tener la paz en su corazón, donde se arman disputas por un cochero? ¿Cómo aprendería a ser casto, presenciado las excitaciones del teatro? ¿Los gritos de los actores podrán recordarle las exhortaciones de los profetas? ¿Las canciones de un cantor afeminado podrán recordarle el canto de los salmos? ¿Se volverá misericordioso, presenciando las quijadas y las esponjas de los gladiadores? ¡Quisiera Dios preservar a su pueblo de todo apasionamiento por tan perniciosos placeres! ¿No sería monstruoso salir de la Iglesia de Dios, para ir a la del diablo? ¿Del cielo al cieno? ¿De levantar las manos a Dios, a ocuparlas después en aplaudir a un actor? ¿O en alabar a un gladiador con la misma boca que se dice amén en el santuario? ¿O en gritar que viva para siempre a cualquier otro que a Dios y a Cristo?”

Aquellos a quienes se dirigían tales acusaciones replicaban, excusándose:
“¿Para qué renunciar a las distracciones públicas, cuando sabemos que Dios nos concede todas las cosas para que usemos de ellas? En ninguna parte de las Escrituras se prohíben los juegos. Elías fue levantado al cielo en un carro; la Escritura nos hablaba de coros, de címbalos, de cornetas y de arpas, y nos dice que David bailaba delante del Arca. El apóstol Pablo, en sus exhortaciones a los cristianos empleaba términos usados en el circo y en las carreras”.

Otros acusándose en su falta de instrucción y de cultura, decían: “No podemos ser todos ni filósofos, ni ascetas. Somos ignorantes y, como no sabemos leer, no comprendemos las Santas Escrituras. ¿Se puede ser más exigente con nosotros?”

Tertuliano replica a los primeros:
“¡Cuán ingeniosa es la ignorancia humana, cuando está excitada por temor a que se le prohíban las diversiones del mundo! Es indudable que todo lo que existe procede de Dios. Lo que importa es conocer cuál ha sido el pensamiento de Dios al crearlo y qué uso se debe hacer, para que responda al deseo del Creador. Es indudable que existe mucha distancia entre la pureza original de la naturaleza humana y su corrupción; entre el que la ha creado y el que la ha pervertido… En algunas ocasiones, hasta puede asegurarse que se trata de cosas agradables, inocentes y, si se quiere, excelentes. Porque nadie mezcla el veneno con el jugo del eléboro, a pesar de que este alimento, perfectamente condimentado, aún siendo de gusto exquisito, no deja de ser menos peligroso”.

Tertuliano, De los espectáculos, cap. XVI al XXV.
El vestido de la mujer
Otro motivo de grandes tentaciones era la costumbre de adornar el cuerpo. Para que nos hagamos cargo de ellos, basta conocer cuántos tratados han llegado hasta nuestro tiempo, y que nos prueban que muchas señoras cristianas rivalizaban en lujo y elegancia con las señoras paganas. El lujo romano estaba en su apogeo por entonces y los ricos lo fomentaban hasta el exceso. Escribía así Tertuliano al principio de su tratado sobre el vestido de la mujer:

“…que si existiese en la tierra fe, en proporción a la recompensa que se espera en el cielo, desde el día en que conocisteis al Dios viviente, ninguna de vosotras, queridas hermanas, se procuraría trajes, ni muy llamativos, ni muy costosos”.

Y entrando en detalles, añade:
“El estuche más pequeño contiene un patrimonio. Al extremo de un hilo, pende un millón de sesterces. Alrededor de una linda garganta cuelgan adornos de tanto valor que, con lo que se invirtió en ellos, se podrían comprar varios bosques y algunas islas. Se gasta una fortuna solo en adornar las orejas, y los adornos de cada dedo de la mano izquierda de una mujer valen por un saco de plata (…) Veo mujeres que se tiñen el pelo con azafrán, como si se avergonzaran de no haber nacido en la Germania (Alemania) o en la Galia (Francia) (…) ¿Cuál de entre vosotros –dice Dios- podrá volver un cabello blanco en negro? Estas mujeres hacen mentir a Dios, puesto que en vez de volver el cabello blanco o negro, lo vuelven rubio y, según ellas, más gracioso”.

Les recuerda también que, cuando menos lo esperen, que puede caer sobre ellas la mano de hierro de la persecución, y pregunta:
“¿Cómo podrá la muñeca, acostumbrada al brazalete en forma de hoja de palmera (spatalis), soportar el hierro de las esposas? ¿Y cómo podrá el talón, tan brillantemente adornado, y después de pisar con tanta majestad, soportar, repito, la opresión del cepo? ¿Las esmeraldas y perlas que cubren el cuello podrán ser reemplazadas  por la cuchilla del verdugo? Se preparan ya los vestidos de los mártires, y los ángeles nos esperan para llevársenos. Disponer para ir a su encuentro, llevando los adornos de los profetas y de los apóstoles. Que vuestro más delicado tinte sea la sencillez; que la rosa de vuestras mejillas sea la modestia y que la gracia de vuestros labios sea el silencio. Haced que en vuestros oídos penetre la Palabra de Dios, llevando en vuestra garganta el yugo de Cristo. Adornaos con la seda de la integridad y con el lino fino de la santidad. Vestidas con tales ornamentos seréis amadas de Dios”. Tertuliano, El vestido de la mujer I, cap. I, IX; II, cap. VI.

Clemente de Alejandría dice sobre el mismo tema:
“Aquellas mujeres que embellecen constantemente su exterior, y cuyo interior está vacío, son parecidas a los templos egipcios. Cierto que tienen pórticos soberbios, salas y corredores adornados con columnas, paredes en donde brilla el oro, piedras preciosas, artísticas pinturas y altares cubiertos con telas bordadas. Si entráis en uno de ellos para conocer a los que están dentro, si deseáis ver al dios, cuando el sacerdote haya levantado la cortina, os encontraréis en presencia de un gato o de un cocodrilo”.

Donde las señoras romanas lucían particularmente su belleza y sus ricos vestidos era en los baños públicos. Estos establecimientos, de grandes proporciones, podían albergar a millares de personas de uno a otro sexo. Allí se veían mujeres que, para llamar la atención, traspasaban con exceso los límites de la modestia. Clemente hace una brillante descripción del lujo que ostentaban aquellos establecimientos. Levantábanse tiendas de telas finas, que se adornaban con dorados muebles y con vasos de oro y plata, que servían para la comida y para el baño.

(*) Tertuliano (160 D.C.– 220 D.C.) fue un líder de la Iglesia y un prolífico escritor durante la segunda parte del siglo segundo y primera parte del tercero. Nació, vivió y murió en Cartago en el actual Túnez. Él fue quien inmortalizó la famosa frase: “La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”.

Clemente de Alejandría fue el primer miembro de la Iglesia de Alejandría en recibir notoriedad además de ser uno de los más destacados maestros de dicha ciudad. Nació a mediados del siglo II y se estima que murió entre los años 211 y 216.
(Tomado del libro “Historia de la Iglesia Primitiva” por E. Backhouse y C. Tyler)

¿Cómo aprendería a ser casto, presenciado las excitaciones del teatro? ¿Los gritos de los actores podrán recordarle las exhortaciones de los profetas? ¿Las canciones de un cantor afeminado podrán recordarle el canto de los salmos? ¡Quisiera Dios preservar a su pueblo de todo apasionamiento por tan perniciosos placeres! 

Que vuestro más delicado tinte sea la sencillez; que la rosa de vuestras mejillas sea la modestia y que la gracia de vuestros labios sea el silencio. Haced que en vuestros oídos penetre la Palabra de Dios, llevando en vuestra garganta el yugo de Cristo. Adornaos con la seda de la integridad y con el lino fino de la santidad.