jueves, 19 de julio de 2012

“¿Qué Oficio tienes, y de Dónde vienes?”

“¿Qué Oficio tienes, y de Dónde vienes?”
Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. – Efesios 2:10.

Estas preguntas sorprendieron a Jonás mientras dormía en el interior del barco que lo conducía a Tarsis. Quizá pensaba que allí podría ocultarse de la mirada de Dios. Pero, ¿Cómo esconderse del conocimiento perfecto del Dios de los cielos?
 
Jonás, profeta de Dios, había recibido una misión especial: anunciar a Nínive una advertencia muy solemne: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida” (Jonás 3:4). El Dios de misericordia quería advertir a los ninivitas antes de que el juicio los alcanzara; quería producir en ellos el arrepentimiento para que pudiesen ser perdonados.
 
Jonás había comprendido bien, pero su egoísmo no quería admitir que el perdón pudiese ser concedido a una nación enemiga. Rehusando ser el instrumento de una gracia para el prójimo, había decidido huir. Dios lo encontró en el interior del barco, y para conducirlo al arrepentimiento, empleó a marineros paganos. ¡Justo efecto bumerán para el profeta desobediente!
 
En el camino de nuestra vida, a veces huimos porque queremos escapar de nuestra responsabilidad. Las excusas aparentemente legítimas que damos traicionan nuestra mala conciencia. La voz divina se dirige a nosotros: “¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes?”. El Señor pone en nuestro camino numerosas ocasiones para testificar de él. No sigamos el camino de Jonás, sino digamos más bien: “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8).

Fuente:amen-amen

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