martes, 13 de diciembre de 2011

No puedo hacer nada por mí mismo


Rodolfo González Cruz

“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo…”,Juan 5:30.Dios nos llama a acercarnos a Él de verdad, y a negarnos a nosotros mismos.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”(Juan 3:16-18).

Estas palabras las dijo Cristo hace dos mil años y han sido conservadas hasta el día de hoy para que escuchemos la voz de nuestro Señor Jesucristo, dándonos una enseñanzay un ejemplo extraordinario.El Señor Jesús habiendo venido en condición de hombre dijo:“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”(Juan 5:30).

El unigénito Hijo de Dios vino a esta tierra, para “buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). El apóstol Pablo expresa en una de sus epístolas: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Estábamos perdidos, Dios nos dio un giro de ciento ochenta grados, empezamos a negarnos a nosotros mismos, dejamos de ser lo que éramos, y a esto le llamó Jesús “nacer de nuevo”.

Jesús se encontró con Nicodemo, un fariseo, un principal entre los judíos, un maestro de la ley.“Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”,Juan 3:2-3. Nicodemo conocía mucho de la ley, pero a pesar de ello no conocía a Dios.

“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo…”(Juan 5:30). A veces actuamos porque somos influenciados por lo que nos dicen y nos equivocamos; podemos golpear, defender, herir y hasta juzgar mal; por eso el hombre de Dios tiene que ser espiritual, tiene que estar bien con Dios, es importante que los hombres de Dios estén llenos del Espíritu Santo, así nadie los podrá engañar.

“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”(Juan 7:17). Cómo podemos conocer que esa Palabra es de Dios,pues a través de la Biblia, no hay ningún libro en el mundo que lo supere, esta es la Palabra de Dios, que no está fabricada por una religión o por hombre alguno, esta es la Palabra que vino del cielo porque vino del Padre, por eso en ella misma encontramos que:“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”(Mateo 24:35).

Un hermano se dirigía a una zona de la ciudad por donde antes andaba cuando no conocía a Dios; iba con su esposa y con un amigo, estaba recién convertido. Todavía no estaba asistiendo al templo. Cuando pasópor ese lugar empezó a ver a la gente rara, deformada, y que los hombres y mujeres iban concadenas puestas, él veía a personajes que eran demonios, y él cerró los ojos y los volvió a abrir y dijo: ¿Qué me está pasando, qué es esto…? Y miró para el otro lado de la vereda, iban los hombres y las mujeres sujetas con cadenas cogidos de los demonios. Esto es una realidad ellos (el mundo) están encadenados de miles y millones de demonios.

No olvidemos que Satanás cuando fue arrojado del cielo arrastró una gran cantidad de ángeles que se convirtieron en demonios.A muchas no les interesa la Biblia, no les importa hacer la voluntad de Dios.Se necesita que alguien lleno del Espíritu Santo, con poder de Dios les hablede la Palabra y comiencen a llorar y a caer de rodillas, y se rompan las cadenasque los atan y salganlos demonios para que empiecen una nueva vida en el Señor.

Muchos creen que se van para el cielo, pero qué equivocados están. Así vivía yo, pero cuando llegó esta Palabra me di cuenta que estaba endemoniado, con un crucifijo en el cuello y una virgencita colgando dentro de mi ropa y dentro de mi alma,y estaba atribulado. Cuántos millones viven ciegos y perdidos porque no hay quién lespredique la Palabra de Dios.Es con la Palabra y el Espíritu de Dios que podemos lograr que las almas caigan a los pies de Cristo.

Cuando hablemos a las almashay que citar la Biblia, y aunque parezca que no va a pasar nada, si va a pasar, porque esta Palabra es “viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”(Hebreos 4:12).“El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia” (Juan 7:18). La Palabra es de Dios, esta doctrina es del Padre.

Vayamos al libro de Éxodo 20, aquí Dios le habla a Israel, elpueblo que estaba en esclavitud en la tierra de Egipto, y le dice:“Yo soy Jehovátu Dios,que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”(Éxodo 20:2).El verso 3, es el primer mandamiento de Dios:“No tendrás dioses ajenos delante de mí”, no hay otro Dios, los otros son dioses de piedra, de metal, de madera, son invención del hombre.

Millones hay entre todas las naciones con tantas religiones; pero la Biblia que es la verdadera Palabra de Dios venida del cielo dice en su segundo mandamiento: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”(Éxodo 20:4-6).La Palabra de Dios le llama a esas imágenes “ídolos” y en toda la Biblia el Señor nuestro Dios condena la idolatría.

Hermanos, en mi casa yo tenía con mi madrealtares, imágenes de todo tipo, porque estábamos ciegos, íbamos a los brujos, a los hechiceros, a los espiritistas; éramos católicos, apostólicos, romanos y estábamos endemoniados. Deuteronomio 27:15 nos dice: “Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén”.

Hay quienes dicen: Viendo la imagen uno cobra fe… ¡Falso! Eso es una declaración satánica, diabólica, Dios ha declarado:“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás…”. La gente a través de los tiempos han adorado a aves, serpientes y hasta hoy lo siguen haciendo. Muchos profesionales, médicos, abogados, ingenieros, psicólogos, psiquiatras, científicos, adoran a los demonios.En el Perú hay templos levantados por los incas y civilizaciones pre-incas, donde adoraban demonios y sacrificaban niños.

Los hombres no conocen la voluntad de Dios, no conocen los mandamientos de Dios, por eso están tan perdidos, por eso los pueblos lloran y sufren. No es que Dios quiera que los seres humanos sufran, es que los seres humanos no han levantado su cabeza para mirar al cielo para oír la voz de Dios y para decirle:muéstrame tu camino, yo quiero hacer tu voluntad.

La Palabra de Dios en el tercer mandamiento nos dice: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”, Éxodo 20:7. Cuánta gente coge el nombre de Dios para bromear, para jugar. Hasta evangélicos toman el nombre de Dios y juran en vano, para que crean su engaño, sumentira.

El cuarto mandamiento dice:“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás… mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios….”(Éxodo 20:8-11). Hay pastores que ni enseñan ni lo guardan tampoco, si quieres que Dios te bendiga obedece el mandamiento de Dios. Los sabatistas guardan el día sábado, nosotros guardamos el día domingo, en la epístola a losRomanos 14:5-6, leemos: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace…”. Así que guarda el día del Señor, ese día dedícalo para estar en el templo, para leer la Palabra, para visitar algún enfermo, y hacer la obra de Dios.

El quinto mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”(Éxodo 20:12). ¿Cuántos hijos honran a su padre y a su madre? Cuántos hijos, no jovencitos, ni adolescentes, sino canosos y viejos nunca respetaron a mamá y a papá, lo ofendieron, ni se ocupan de ellos, los han dañado, y hoy no les dan ayuda alguna. ¿Se acuerda cuántas veces le falto el respeto a papá y a mamá? Le insultó, le levantó la mano, le pegó a su mamá, sabe que hay mucha gente arrastrando maldiciones, nunca sale adelante, todo le sale mal, está bajo maldición. Si se arrepiente Dios tendrá misericordia.

Sexto mandamiento: “No matarás”(Éxodo 20:13). Cuando estábamos en este mundo perdido, éramos capaces de matar a cualquiera en una pelea o por cualquier cosa, este es un mandamiento de Dios y hay que mantenerlo.

Ahora en el séptimo mandamiento nos dice: “No cometerás adulterio”(Éxodo 20:14). ¿Saben que entre tantas denominaciones y concilios que hay, cuántos actos abominables se dan, cuántos ministros están en adulterio y cuántos ministros son homosexuales? En estos días estaban discutiendo una ley en una de esas religiones para arreglar la constitución de su institución evangélica para aprobar que puedan casarse hombres con hombres y mujeres con mujeres.Cuántos hay agazapados dentro de las congregaciones, lesbianas y homosexuales, y hasta tienen su pareja dentro de la iglesia, son los Acanes que están dentro del pueblo de Dios que no permitenque la obra de Dios avance. Hay los que dentro del pueblo del Señorestán pisoteando las leyes de Dios, los mandamientos de Dios, estos no sólo son los pequeñitos de la Iglesia, son los grandes líderes conciliares.

Tenemos que hacer la voluntad de Dios, manteniéndonos firmes sin darle gusto a nuestra carne, si somos fieles tendremos vida en Dios; entonces los ángeles del cielo y Dios estarán de nuestra parte. Pero si nos ponemos a darle gusto a la carne, y comenzamos a hacer cosas que no debemos de hacer, seremos como aquel Acán,que trastornó al pueblo de Israel.Ellos habían tomado una gran ciudad y fue un tremendo éxito, luego salieron a tomar un pequeño pueblecito llamado Hai y ¿qué le pasó?Tuvieron que salir huyendo y murieron treinta y seis personas por culpa de Acánque cogiólo del anatema.

Dice Dios no lo hagas, y el día que lo hagas eres maldito y tu maldición va a alcanzar a otros, posiblemente a tu casa, a tu familia y puede alcanzar a mucha gente.Algunos que tienen cargos importantes, que pecan, y lo encubren, y juran que no han fallado, son anatemas entre el pueblo de Dios.En algunos lugares se les está pasando la mano cariñosamente y se le tiene como buenos amigos, así se está tolerando al anatema.

Le dijo Dios a Josué:“Y el que fuere sorprendido en el anatema, será quemado, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová, y ha cometido maldad en Israel”(Josué 7:15). No podemos descuidarnos, porque si hay un anatema por ahí y hay otropor allá, y están tapaditos, y sabemos quiénes son y no lo decimos, sino que lo encubrimos, no iremos adelante.

El Señor nos manda a hacer su voluntad y esta es:no hacer el pecado, no pactar con el pecado, no ser cómplice del pecado. No olvidemos que el Señor mandó a los doce, y luego mandó a setenta más a hacer lo mismo.Ellos sanaron enfermos e hicieron milagros, después uno de ellos fue traidor, robaba, mentía y engañaba. “Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo… Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”(Lucas 10:17-20).

El Señor dice: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”(Mateo 7:21-23).

¿Está seguro que su nombre está en el libro de la vida? Si está haciendo cosas malas, si está codiciando la mujer ajena, y no está haciendo la voluntad de Dios entonces está en peligro.Por eso muchos están cayendo de la gracia de Dios, pastores en esta Obra y en todos los concilios y en todas las iglesias se están deslizando. La Internet está acabando con muchos líderes, hijas e hijos de Pastores que han preparado hasta su maleta para irse con un hombre que se ha encontrado por Internet al cual no conocen personalmente, ¡hay que despertarIglesia, hay que despertar pueblo de Dios!

Dios nos llamaa acercarnos a Él de verdad, y a negarnos a nosotros mismos. Como el apóstol Pablo dijo:“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, masvive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”(Gálatas 2:20), y lo que hago ahora no es lo que yo quiero, sino la voluntad de mi Señor, el que vino a dar su vida por mí.

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