• (Jesús dijo:) No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. – Mateo 4:4.
• Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. – Juan 6:35.
«Doscientos años después del Siglo de las luces, el ser humano ha
conquistado su autonomía, el bienestar material aumenta, el cuerpo y la
sexualidad se han liberado y la esperanza de vida va incrementándose.
Sin embargo, el sentimiento de inseguridad no deja de crecer». Esta es
la declaración de un sociólogo.
Los filósofos de la época del «Siglo de las luces» deificaron la
razón y anunciaron el progreso de la humanidad. Según ellos, ¡en menos
de cien años el cristianismo y la Biblia serían olvidados! ¡Habría
libertad para todos y… quizá la extinción de la guerra! Pero, ¿a dónde
hemos llegado hoy? Dos siglos después, el balance es alarmante…
Si bien es cierto que las cosas van de “de mal en peor” (2 Timoteo 3:13),
también es cierto que la Biblia sigue proclamando la Buena Nueva a cada
ser humano. Dios no propone la transformación del hombre, ni lo deja
que se las arregle por sí solo con su malestar, sin un punto de
referencia. Dios revela que, por medio de Jesucristo, su Hijo, él vino
al encuentro del hombre. Conoce sus necesidades más profundas. Nos ama a
cada uno, porque Él es amor. Quiere dar un sentido a la vida presente, y
un futuro, una esperanza más allá de la muerte. ¿Desea usted tomar esa
Mano que se le tiende? “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8).
Fuente:amen-amen
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