lunes, 20 de febrero de 2012

¿Cuál es la mejor profesión?


Rev. Luis M. Ortiz - Adaptado de "Sencillas Semillas"

 Servir a Dios, amarle, obedecerle y servirle, es la más grande y poderosa profesión. El verdadero hombre de Dios es un “Instrumento Escogido” en las manos de Dios, y es la persona más necesaria en la comunidad.
 El ministerio cristiano es la ocupación más noble y digna debajo del sol. El verdadero hombre de Dios es un “Instrumento Escogido” en las manos de Dios, y es la persona más necesaria en la comunidad. Hay instrumentos de Dios más necesarios:
 
 Que el COMERCIANTE: que compra y vende, porque el hombre de Dios “compra la verdad y no la vende” (Proverbios 23:23).
 
 Que el ELECTRICISTA: porque éste conecta los cables para el servicio eléctrico, pero el hombre de Dios conecta al creyente con Dios.
 
 Que el INGENIERO: porque éste diseña y construye puentes, pero el hombre de Dios señala el camino y el puente de la fe hacia Cristo.
 
 Que el ABOGADO: porque este defiende causas justas e injustas, pero el hombre de Dios defiende la causa más justa, la expiación del alma.
 
 Que el JUEZ: porque este juzga en cuestiones temporales de la ley humana, pero el hombre de Dios juzga en cuestiones eternas, espirituales, y de la ley divina.
 
 Que el MÉDICO: porque este diagnostica y receta enfermedades físicas, pero el hombre de Dios se especializa en el alma y el espíritu.
 
 Que el BANQUERO: porque el capital de éste es material y transitorio; pero las riquezas del hombre de Dios son eternas.
 
 Que el PERIODISTA: porque este propaga anuncios y noticias buenas y malas, pero el hombre de Dios propaga las buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús.
 
 Que el CATEDRÁTICO: porque éste enseña materia y conceptos de ciencia que en pocos años ya resultan obsoletos, pero el hombre de Dios enseña el mensaje de Dios que permanece para siempre.
 
 Que el AGRICULTOR: porque este siembra y cultiva la semilla para el sustento de la vida humana, pero el hombre de Dios siembra y cultiva la simiente de la Palabra de Dios que sustenta la vida espiritual y eterna.
 
 Que el POLÍTICO: porque éste procura mejorar las condiciones de la patria terrenal, pero el hombre de Dios promueve la transformación del individuo para ser mejor ciudadano aquí y en la patria terrenal.
 
 La humanidad ha podido, y puede subsistir sin la desintegración del átomo, sin astronautas, sin cohetes, naves espaciales y satélites, sin rayos láser, sin computadoras y sin ingeniería genética; pero de no haber habido un hombre de Dios, la humanidad hubiera ya fenecido. Servir a Dios, amarle, obedecerle y servirle, es la más grande y poderosa profesión. El gran predicador Spurgeon dijo un día a sus estudiantes: "SI DIOS LOS LLAMA A PREDICAR EL EVANGELIO, NO SE REBAJEN A SER REYES DE INGLATERRA".

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