miércoles, 29 de febrero de 2012

El Alfarero Celestial


Rev. Luis M. Ortiz

 En el libro del profeta Jeremías 18:6, leemos: “¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová.
 He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel”.
 
 EL ALFARERO CELESTIAL Y TRES VASIJAS ESPECIALES
 
 En Jeremías 18:1-6, leemos: “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? Dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel”.
 
 Antes de considerar este pasaje, notemos el lugar tan prominente que ocupa la Palabra de Dios en el mismo. Fue por palabra de Dios que Jeremías fue a casa del alfarero. Una vez en el taller del alfarero recibió el mensaje de la palabra de Dios, mensaje que luego comunicó al pueblo. Jeremías es enviado a la casa, o al taller del alfarero, no a predicar un sermón, sino a recibir uno de parte de Dios, a través del alfarero en su taller, para que luego lo predicara al pueblo.
 
 Aquí hay un mensaje especial para el pueblo de Israel en aquel tiempo, y en nuestro tiempo, pero en esta ocasión queremos ocuparnos del Alfarero celestial y tres vasijas especiales. El Alfarero Celestial es Dios. El taller del Alfarero es esta Tierra, la cual vino a ser como su taller, pues el Alfarero Celestial trabajó con barro, y “formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7). Ésta es la primera vasija.
 

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